Una reflexión política y moral en el 4° aniversario de su asesinato, por Lucas Malaspina
Luchar por la clase obrera y los explotados, como luchó Mariano Ferreyra
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Mural por Mariano Ferreyra realizado por la TPR
en 2012 en la Plaza Miserere (Barrio de Once, Capital Federal, Argentina) |
Mariano Ferreyra no es un héroe sino un mártir de la clase obrera y los explotados.
Mariano Ferreyra nos enseñó qué significa ser un militante revolucionario.
El héroe y el mártir son dos ejemplos a seguir porque es lo que se espera de nosotros.
Pero el ejemplo moral del mártir es inmensamente superior al del héroe.
El héroe va seguro de la gloria, el mártir de su posible derrota.
El héroe tiene la historia a su favor, el mártir la tiene en contra.
El héroe tiene el apoyo de todos. El héroe está bendecido por los dioses.
El mártir sólo cuenta consigo mismo. El mártir tiene que rebelarse contra su destino.
El héroe se transforma en héroe cuando es aclamado.
El mártir se transforma en mártir cuando es condenado.
El mártir no es un cordero estoico que muere por nosotros.
El mártir es un león que pelea por su libertad, aún vencido y enjaulado.
El mártir sabe que puede morir pero elige luchar por sí mismo y por los que están de su lado.
Los héroes te dan confianza de que todo va a salir bien.
Los mártires te enseñan a prepararte porque nada es seguro.
La pesadilla existe y todo depende de uno.
Los héroes te inspiran y te invitan a soñar.
Los mártires te exigen más disciplina y más audacia para triunfar.
El mártir es un ejemplo de coraje y dignidad ante la adversidad.
El mártir apuesta el todo por el todo y sale a pelear, aún si su vida tiene que arriesgar.
El héroe podrá triunfar y mostrar con sus epopeyas que es posible vencer cualquier adversidad.
Tener esto, siempre presente, es muy importante.
El mártir, sin embargo, nos enseña algo aún más importante: ir a la lucha sin miedo a perder.
Ir a la lucha sabiendo que es lo correcto y que es para lo que te preparaste toda tu vida.
A Mariano, no lo mandó nadie a la muerte.
Mienten, cuando dicen otra cosa, los cobardes de derecha, del kirchnerismo o de cierta izquierda.
En su círculo, a Mariano le explicaron los riesgos y él votó sumarse al piquete de los tercerizados
Lo más importante de Mariano no es que lo mataron, sino que no pudieron quebrarlo.
Hay mucha gente que vive toda su vida y, sin embargo, ya está muerta hace rato.
Mariano no fue una víctima de su destino. Mariano fue dueño de su destino.
Mariano decidió ser un PI-QUE-TE-RO. Mariano sabía ir al frente por sus compañeros.
Mariano no hizo una revolución. Mariano era un militante como vos o yo.
Y, en apoyo a los trabajadores, Mariano decidió bajar a las vías para estar a su lado.
En este sentido, el valor moral militante de Mariano Ferreyra
es más grande que el de Lenin, Trotsky o el Che Guevara.
Los héroes son generales. Los mártires son guerreros.
Los héroes sin los mártires, no sirven para nada.
Muy pocos se preparan para ser héroe y casi nadie para ser mártir, te pregunto: ¿por qué será?
¿será porque los patrones nos humillan, día a día, para hacernos pensar que no valemos nada?
¿será por eso que nos pagan tan poco por trabajar y tanto para que elijamos traicionar?
Ellos pagan y nos humillan porque nos tienen miedo.
Tienen miedo que pensemos: “antes que rendirse, es mejor luchar”.
Ellos tienen miedo, mucho miedo, que escuchemos a Mariano y nos hagamos respetar.
A Mariano, nosotros no lo usamos. A Mariano, nosotros lo admiramos.
La imagen de Mariano la llevamos puesta a cada lucha que vamos.
Mariano Ferreyra era un militante revolucionario.
El lugar de Mariano no es en el recuerdo sino en las calles, de nuestro lado.
Con Mariano, teníamos diferencias. Mariano, no era de la TPR, aunque nos hubiese gustado.
Mariano, aunque nos duela, estuvo de acuerdo cuando del PO nos expulsaron.
Sin embargo, con Mariano, estuvimos aquel 20 de octubre.
Con Mariano y con los tercerizados, estuvo la TPR cuando lo mataron.
Con Mariano, cuando todos seamos polvo, estamos seguros de que nos vamos a dar la mano.
Los héroes son divinos. Los mártires son humanos.
Los héroes miran al destino. Los mártires te miran a vos.
Mariano Ferreyra se parece a Rosa Luxemburgo o a Karl Liebknecht.
También tiene mucho de Kosteki y Santillán, de Carlos Fuentealba o de Fischer y Bufano.
Todos ellos murieron en combate, sin ver su revolución, aunque por ella toda su vida lucharon.
Tengamos la certeza y la tranquilidad de que eso a ninguno de ellos les importa.
Los héroes podrán cambiar la historia pero los mártires son eternos.
Y su ejemplo de lucha, también.
¡Honor a Mariano Ferreyra y a todos los mártires de la clase obrera y los explotados!
Tengamos su coraje, para luchar como ellos lucharon, cuando el destino nos llame al combate
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